La iniciativa de la case manager del CAM-CCBC contribuye a la difusión del método en Brasil
Por Sérgio Siscaro
La mediación empresarial es una de las formas de resolver conflictos que más espacio viene conquistando en Brasil en los últimos tiempos. Un indicador de esta tendencia es el aumento del volumen de las mediaciones iniciadas en 2020 por el CAM-CCBC: fueron 15 procedimientos, que movieron un promedio de R$ 568,21 millones, cerca de 3,6 veces más que en 2019. Como forma de contribuir a la intensificación del uso de este método alternativo de resolución de conflictos (ADR) en Brasil, la case manager del CAM-CCBC, Marina Gouveia, desarrolló el curso Práctica de Mediación Empresarial.
Iniciado el 19 de abril, el curso se estructuró en cuatro clases semanales online, en las que se presentaron los conceptos básicos del método, se plantearon cuestiones prácticas, como la redacción de cláusulas y la preparación de los clientes, y se incluyó una simulación, durante la cual se explicaron las técnicas utilizadas en los procedimientos de mediación.
Las clases reunieron a un grupo de unos 25 alumnos, entre los que se encontraban tanto los que deseaban conocer mejor sobre el método como los que ya trabajaban en mediación, pero no en el ámbito empresarial. La case manager cuenta que recientemente empezó a producir contenidos sobre mediación en una página de Instagram (@marinagouveiam), y sintió la necesidad de estructurar esta información en un curso más detallado.
Realizado en conjunto con Ramunno Academy, el curso contó con el apoyo institucional del CAM-CCBC, del Consejo Nacional de Instituciones de Mediación y Arbitraje (Conima) y del Comité de Jóvenes Árbitros del Centro Brasileño de Mediación y Arbitraje (CBMA).
Especialización en el método
La iniciativa de promover el curso forma parte de una larga trayectoria que dirigió a Gouveia en el camino de la mediación. En 2016, mientras trabajaba como pasante en el área de arbitraje y litigio civil en un estudio de abogacía en São Paulo, recibió una invitación para formar parte del recién fundado equipo de mediación y negociación de la Universidad Mackenzie, y ganó el premio a la mejor mediadora en el concurso nacional.
A partir de ahí, comenzó a especializarse, y hoy es abogada con formación en ADR por las universidades de Salamanca (España) y Pepperdine (EEUU), coordinadora del Grupo de Estudio de Mediación y Negociación de la Universidad Mackenzie y coach de los equipos que participaron en la Competición Brasileña de Arbitraje y Mediación Empresarial (Camarb) en 2019 y 2020.
La idea de Gouveia de promover el curso llega en un momento en que la mediación se considera no sólo un método ventajoso para resolver conflictos, sino también una atractiva oportunidad profesional. «La mediación ha ganado protagonismo en los últimos tiempos como carrera de futuro, debido al aumento del número de casos, como el experimentado en 2020 por el CAM-CCBC-«, afirma.
Soluciones a medida
Al poner a las partes a negociar sus conflictos sin la intermediación de los tribunales de justicia o de un árbitro, la mediación contribuye a encontrar soluciones consensuadas manteniendo la relación entre las partes. Además, incluir el uso del método en los contratos permite evitar de antemano posibles problemas futuros o, si se producen, gestionarlos de forma controlada y segura. «Es importante destacar que la mediación es un método flexible, aplicable a cualquier rama de actividad de las partes.»
Explica que existen básicamente dos modelos de actuación en la mediación en Brasil: «En el facilitador, el mediador es el agente que posibilita el diálogo entre las partes, sin expresar opiniones; mientras que en el evaluativo asume un mayor énfasis en la libertad de acción de este profesional, que puede aportar sus percepciones e incluso formular propuestas para la resolución del conflicto.»
Para la case manager, la difusión de la pandemia del nuevo coronavirus acabó provocando un aumento de la demanda de mediación. «El método es menos costoso desde el punto de vista financiero que el arbitraje; es más rápido y permite obtener beneficios mutuos mediante la colaboración. Esto es bastante interesante en un escenario como el actual, en el que muchas empresas se encuentran en dificultades», afirma.
También destaca que los procedimientos se han realizado íntegramente de forma remota en el CAM-CCBC, a fin de cumplir con los protocolos de seguridad sanitaria. «Y ello sin perjuicio de la dinámica y la calidad de los servicios prestados», reflexiona, añadiendo que, en su evaluación, debería persistir algún tipo de modelo híbrido, incluso después de superada la pandemia. «Las reuniones privadas podrían celebrarse de forma virtual, y las últimas sesiones, que suelen exigir una mayor participación de las partes con el método, podrían ser presenciales.»